Son la 7:31 de la mañana, y aquí estoy, tumbada en la cama, pensando. Lo normal hubiera sido que en cuanto mi cabeza hubiera tocado la almohada, la oscuridad se hubiera hecho camino en lo poco que me queda de noche y me hubiera proporcionado un descanso sin sueños. Estoy muy cansada, de hecho, acabo de volver a casa después de haber pasado la noche entre multitud de personas a las que no oía porque la música estaba demasiado alta. Sin embargo, en vez de dormir, mi cabeza ha decidido hacer una recapitulación de lo sucedido estos meses pasados, del presente y de los futuros inciertos.

     Por ello me he puesto a escribir, a pesar de sentir que no tengo nada que decir. Y es que no quiero pensar, hoy no. Ya le he dado demasiadas vueltas a las cosas, a las mismas siempre, y no tiene sentido. No puedo cambiar el pasado y ,si pudiera hacerlo, realmente no sé que cambiaría y la verdad es que me da miedo. A veces creo que volvería a cometer los mismos errores con tal de sentir lo que sentía entonces, aunque ahora me cueste respirar.


23/8/17

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