Carta no enviada

     ¿Qué ha pasado? ¿Se ha ido? ¿De verdad lo hemos perdido? Hace unos meses no lo hubiera creído, ahora sin embargo... ¿Cómo pudo ser tan efímero? Nació por accidente y por accidente me parece verlo marchitarse.
     Era tan sencillo. Solo éramos tú y yo siendo nosotros, riéndonos de tonterías y el uno del otro, sin ver nada más allá de eso, siendo felices y creando momentos compartidos. ¿O acaso nada fue real y todo fue imaginación mía?
     Recuerdo sentirme emocionada por tan solo un mensaje y levantarme nerviosa el día que habíamos quedado para vernos. Joder, ¿sabes lo mucho que te echaba de menos cuando no estabas? Me he pasado días metida en mi mundo pensando en las musarañas y sonriendo como una idiota.
     Y en medio de todo este estado absurdo en el que nunca pensé encontrarme y en el que tú me sumiste, algo ha ocurrido. No sé el qué, puedo jurarlo, pero todo parece haber cambiado. No ha sido mi intención, te lo prometo, y he intentado arreglarlo, aún lo intento.
     Pero es que ya no sonrío con solo tu nombre, ni me paso día y noche revisando el móvil buscando noticias tuyas. Ahora veo tus mensajes llegar y no corro a contestarte. No me apetecen los planes que me propones, me agobia la idea de verte.
     Siento que he perdido en un juego cuyas reglas me son desconocidas. Un juego que todos parecen conocer y deseosos de jugar pero en el que yo no doy la talla. Y sigo sin saber que estoy haciendo mal, si soy yo la que se ha equivocado o has sido tú.
     Aún así mantengo la esperanza de que las cosas mejoren. La mantengo porque cuando estamos juntos todo esto se me olvida, disfruto de estar contigo y con eso basta. Quizá sea solo que pasa demasiado tiempo desde cada vez que nos vemos y, como todo, lo nuestro se enfría. Además, reconozco que soy una cobarde y espero que lo nuestro se solucione, no sería capaz de mirarte a la cara y decirte lo que hoy escribo aquí, casi del todo segura de que no llegarás a leerlo.
     De todas formas puede que a ti todo esto no te importe, que pienses igual que yo y también temas que se acabe. O simplemente, que nunca te interesara y lo que para mi ha sido importante para ti fuera un bonito pasatiempo. No lo sé, pero de lo que estoy segura es de que no me voy a dar aún por vencida y de que lo voy a volver a intentar con todas mis fuerzas porque, si finalmente esto se acaba aquí, no quiero deberte nada.
     Lo que si me gustaría pedirte, si es que me atreviera a hacerlo, es que si te importa no me dejes ir. Si de verdad te importo tanto como tú a mí, lucha conmigo, no por recuperarme, sino por recuperarnos.


8/9/16

Comentarios

Entradas populares de este blog

Al gran amor de mi vida

Mi luz propia

Entrada rápida de desahogo