Matices grises y toma de decisiones

     Con el paso del tiempo me voy dando cuenta de que no hay nada bueno, ni nada malo. Nada blanco o negro. Hay distintos tonos de grises.
     Las personas, objetos, situaciones, . . . Todo es una mezcla de bueno y malo en distintas proporciones, grises más claros o más oscuros.
     Es posible que nos encontremos en situaciones en las que no sepamos que hacer y dudemos de que camino es el más adecuado tomar. Para nosotros el más correcto siempre será el que tenga el tono de gris más cercano al propio gris que nos identifica.
     ¿Te cuento lo que yo creo? No hay ninguna elección acertada, siempre tendrá el matiz gris y será por un lado buena y por el otro mala. Por tanto, si ninguna elección será completamente acertada, ¿qué sentido tiene darle tantas vueltas a las cosas?


1/1/16

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