Tú y tu magia

Eres, y has sido, ese refugio impenetrable donde, aunque al principio no lo supiera, me siento segura, a salvo de los monstruos de la noche; y de esta soledad que me consume, el antídoto que me mantiene con vida. No puedo evitar esa sonrisa tonta cuando apareces con la tuya dibujada en la cara. Y aunque sé que me la juego, que he apostado por el caballo carne de matadero, no puedo evitar que me recorra ese escalofrío cada vez que apareces por mi espalda, haciendo que me vuelva a creer humana. La historia de mi vida es más interesante contigo a mi lado. El poder aún no es tuyo, pero estoy segura de que si lo quisieras, no te sería difícil obtenerlo. Ando por la cuerda floja con la esperanza de que si caigo sea contigo y ya para entonces hayas curado mis heridas con tu magia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Al gran amor de mi vida

Mi luz propia

Entrada rápida de desahogo